3 jun 2013

El cambio empieza por nosotros mismos



Mucho se habla hoy en día de la corrupción, de los sobornos, del lavado. Mucho odio se viene cargando y recargando desde aquel "que se vayan todos" en 2001.

Señores, les digo que los políticos serán malos, pero LA política no. La política como actividad en sí y como ejercicio pleno y único de poder generar cambio NO es mala.

Como sociedad nos es mas fácil desligarnos y echarle la culpa al otro, que seguramente la tendrá o no, pero nos hemos mirado un poco para adentro?

La batalla mas grande la tenemos que librar en el día a día, en el barrio, en el trabajo, en las escuelas. Tratando de ser los guardianes justicieros en esos lugares donde el control del Estado no llega. 

Yo estudio ciencias políticas, creo en la política, creo que es la herramienta mas eficaz. Pero por eso no defiendo a los políticos, simplemente quiero ser mas autocrítico con nosotros mismos como sociedad, donde dejemos de una buena vez de lavarnos las manos y poner excusas, NO MAS EXCUSAS. Ese es mi lema y mi bandera: NO MAS EXCUSAS.

Basta de mirar siempre para afuera, miremosnos un poquitito para adentro, miremos que estamos haciendo. ¿Estamos haciendo bien las cosas? Si podemos sacar un poquito de ventaja sobre el vecino, el compañero, el del quiosco lo hacemos? 

El Estado es el principal actor para tratar de mejorar estos aspectos, pero no es el único, y en un mundo cada vez mas complejo y que se expande vertiginosamente cada vez cuesta mas llegar a concientizar, a controlar. 

¿Cómo es posible que me sienta mas seguro en algunos países que otros? No se si es solamente por las políticas que llevan a cabo los gobiernos, pienso que es mas que nada por la GENTE. Yo no estoy conviviendo todo el tiempo con policías, funcionarios o gente de poder, pero si estoy codeándome constantemente con gente, común y corriente como yo. Y tener mayor o menor seguridad, confianza, alegría o tristeza afirmo que se debe mucho mas como consecuencia del accionar de estas personas.

Sinceremosnos, pongamos las cartas sobre la mesa y brindemos de una buena vez esa batalla cultural que nos debemos. Los políticos podrán ser mejores o peores, estar de acuerdo o en contra de su ideología o accionar, pero ellos pasan, o mejor dicho nosotros tenemos el poder de dejarlos pasar o hacer que se queden. En cambio nosotros, la gente, la sociedad en si seguimos, seguimos relacionandonos todo el tiempo, trabajando, estudiando, buscando un mejor destino. Y en esas "transacciones" diarias es donde tenemos que mejorar, no ser egoístas, buscar el bien propio pero no a costa del bien común. 

El título de esta nota suena a frase repetida, suena a metáfora más que realidad, pero es una frase que no busca nada mas que eso: simpleza. No perdamos la memoria, sepamos ser críticos de quienes nos conducen y nunca olvidemos que el poder reside en nosotros. Pero ese poder sólo nos dará beneficios cuando sepamos mirarnos a nosotros mismos y ser coherentes en nuestro accionar.

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